Las diez vírgenes

Mateo 25:1-13
 

Características de esta parábola

Acerca de:

Cierto

Falso

la naturaleza

las costumbres familiares
los incidentes de la vida diaria

los acontecimientos recientes

los acontecimientos ocasionales

eventualidades improbables

un acontecimiento típico

Enumera a los protagonistas y sus características:

Enumera los objetos o animales referidos:

La enseñanza principal de esta parábola consiste en:

¿Cómo actuaría yo en circunstancias análogas?
Reflexiones y conclusiones secundarias:

Antecedentes

Mateo sitúa la parábola después del discurso de Jesús sobre el fin de la era (Mateo 24). El tema de una separación entre los buenos y los malos es algo que figura en las parábolas en Mateo 24 y 25.
Mateo 24:36–51 nos informa de la llegada inesperada del Hijo del Hombre (Marcos 13:32–37; Lucas 17:26, 27, 34, 35; 12:42–46). Toda conversación de señales y tiempos ahora desaparece, al cambiar de los eventos de esta generación a la parousía. ¡Lo único que se puede decir con convicción acerca del tiempo de la parousía es que llegará inesperadamente!
El Mateo 24:36 explica que inclusive hay desconocimiento por parte del hijo de Dios, y también, coloca a Jesús como superior a los ángeles y segundo sólo al Padre. Este concepto de la posición del Hijo tiene paralelo en este Evangelio en Mateo 11:27 y 28:19.
Si la fecha es desconocida, las personas se hallarán desprevenidas, como en los días de Noé. Habrá sólo dos grupos: los preparados (los salvos) y los no preparados (los perdidos). Mateo 24:40-41 ilustra con escenas vívidas de la vida diaria cómo esta división básica ha de separar a aquellos cuya situación en otras cosas es idéntica. La manera de estar preparados no es asunto de saber calcular la fecha, ya que esto es imposible (tal como el ladrón no anuncia la hora de su llegada), sino de estar siempre velando.
Sin embargo, es imposible vivir la vida en alerta constante. Así que Mateo 24:45–51 explica en una parábola lo que significa “estar listos”. Cuando el señor deja encargado a un siervo durante su ausencia, no piensa que lo encontrará esperando a la puerta cuando regresa, sino ocupado en la tarea encomendada. Ninguno de los dos siervos mencionados tiene conocimiento por adelantado del regreso del dueño; la diferencia radica en cómo los halla ocupados a su regreso. Nuestra disposición para la llegada de Jesús no se basa en alguna especulación emocionante de fecha, sino en nuestra fiel mayordomía.
La parábola de las diez vírgenes sigue con el tema de estar listos, y concluye en el v.13 con palabras que hacen eco directo de Mateo 24:42. Sigue remarcando la división entre aquellos que están listos y los que no lo están.
 

Un resumen del contenido de la parábola

La veracidad de un proverbio de Antiguo Testamento – Proverbios 13:9 – ratificada por Jesús está en esta parábola. Las costumbres matrimoniales cambian con tiempo. En los días de Jesús, la escena es la de una boda de pueblo, con las vírgenes (posiblemente “madrinas de boda” en nuestro sentido, o amistades, o siervos del novio) esperando para acompañar al novio en una procesión con teas al fin de la ceremonia, al conducir a su novia hacia su hogar. Las lámparas son probablemente teas o palos de madera con trapos empapados de aceite enrollados en un palo, que alumbrarían por algunos minutos antes de tener que ser empapados nuevamente con aceite. Sin otra reserva de aceite, se apagarían tan pronto como se las encendiera (v.8).
Utilizando esta costumbre, Jesús advierte a los que habrían de seguirlo acerca de la necesidad de la preparación continua para su venida y su Reino. Vale la pena poner especial atención en los siguientes puntos:
Mateo 25:1 Inicialmente todas las muchachas esperaban ansiosamente a llegada del esposo. Tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Es interesante observar que la novia no es la figura central en la parábola. ¿Por qué?
Mateo 25:4 Las cinco prudentes están preparadas para el caso de una larga espera. Ellas hicieron los preparativos debidos para la procesión.
Mateo 25:5 El novio tardaba. Ninguna de las diez estaba en condición de saber el momento exacto de la llegada del esposo cabecearon todas y durmieron. Era natural que las diez se cansaron.
Mateo 25:6 A la medianoche vino el novio.
Mateo 25:8 Las cinco insensatas no están preparadas para la larga demora. Necesitaban más aceite.
Las lámparas encendidas hacen aceptables las vírgenes.
Mateo 25:10-11 A las personas que no participaban en la procesión matrimonial se les negaba la entrada a las demás actividades matrimoniales y cerró la puerta.
Las vírgenes con una fe bien desarrollada tenían la habilidad de adaptarse en aquel momento de sorpresa. (Lea Proverbios 6:23 para ver de donde recibimos esta preparación.). Las insensatas buscaban la ayuda de las prudentes pero en aquel momento, ninguna de ellas … podrá, en manera alguna, redimir al hermano… (Salmo 49:7; 1 Pedro 4:18). La única cosa que las insensatas pueden hacer en aquel momento es humildemente poner toda su confianza en la gracia y la bondad de Cristo.
 

La lección para nosotros

La idea central, entonces, de la parábola es ‘estar preparados’. No es suficiente estar ansiosos para ver la llegada de Señor Jesucristo (el esposo) sino que debemos estar preparados constantemente. Como las de las prudentes nuestras lámparas deben estar preparadas. Recordamos que la Palabra de Dios es lámpara a nuestros pies y lumbrera a mi camino (Salmo 119:105). Significa que debemos ser diligentes y atentos a Su Palabra. Pero hablamos de una diligencia que sobrepasa un mero conocimiento académico. Pablo exhorta en 2 Timoteo 3:7: “…Estas siempre están aprendiendo, pero nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.” Sugiere que la luz de las lámparas significa su espiritualidad personal.
En el primer capítulo del Evangelio de Juan encontramos la luz. En él (Jesús) estaba la vida y la vida era la luz de los hombres (v.4) y La luz verdadera que alumbra a todo hombre venía a este mundo (v.9). La vida de Cristo es la luz de los hombres. Esta es la luz verdadera. Lo primordial en la salvación es la fe en la obra redentora de Jesucristo y las obras nuestras son resultados de esta fe.
Una parte importante del relato es la demora: la iglesia debe estar preparada para esperar la parousía. Las diez vírgenes se quedaron dormidas durante la espera, así que la lección (igual que la de los dos siervos en 24:45–51) no consiste en que debiéramos estar en alerta constante, sino que debemos tener las provisiones necesarias para cuando venga el momento. Esta parábola no explica qué provisión será, pero la que sigue sí da una sugerencia.
Al fin de la parábola, el relato presenta la aplicación, consiste en la posibilidad de ser excluidos del reino de los cielos; el v.12 hace eco de las palabras ominosas de Mateo 7:23 y también Génesis 7:16. Sin embargo, una puerta abierta es un símbolo de oportunidad (1 Corintios 16:9; Colosenses 4:3; Apocalipsis 3:8).
El Señor Jesucristo regresará a la tierra para establecer el reino de Dios súbitamente y sin advertencia (Mateo 25:7; 24:50). Debemos tener en cuenta la advertencia:

Velad, pues, (Estad. preparados) porque no sabéis ni el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir. (Mateo 25:13; Lucas 12:35-36).

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