Capítulo 1

Capítulo 1: La mente íntegra- Cristo es nuestro propósito (Filipenses 1:21)
Capítulo 2: La mente sumisa. – Cristo es nuestro ejemplo; el ejemplo para nuestra vida (Filipenses 2:5-11)
Capítulo 3: La mente espiritual. – Cristo es nuestra meta (Filipenses. 3:13-14)
Capítulo 4: La mente segura – Cristo es la razón de nuestro gozo; nuestra fuerza para vivir (Filipenses 4:10-20)
En el capítulo 1 se le representa a Cristo como nuestro propósito. “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.” (v. 21). El apóstol Pablo había encontrado el secreto que Dios deseaba para la humanidad. Lo había descubierto, para la gloria de su existencia diaria, y no lo olvidó nunca. A partir de su conversión, vivió la vida sabiendo que Cristo es “nuestra vida”.
 

1: 1-2. La salutación

Timoteo estuvo en Roma con Pablo cuando éste escribió esta carta (Filipenses 2:20). Timoteo no era coautor de la carta, sino un fiel y amado compañero. Pablo habla de Timoteo en otras cartas (2 Corintios 1:1; Colosenses 1:1; 1 Tesalonicenses 1:1; 2 Tesalonicenses 1:1). Los hermanos filipenses conocieron a Timoteo y Pablo pensaba enviarlo pronto a Filipos (Filipenses 2:19). Es probable que hubiera lazos fuertes entre Timoteo y los hermanos filipenses.
El apóstol Pablo y Timoteo no se escriben como una mera formalidad o cortesía, sino que lo hacen como una forma de animarse y fortalecerse en la fe, en la tarea de la predicación y en la organización de las primeras iglesias. La calurosa relación de Pablo y Timoteo con la iglesia en Filipos queda indicada en la ausencia de títulos apostólicos. Es distinto, por ejemplo, de la introducción a la carta a los Gálatas que no contiene expresión de un sentimiento de gozoso afecto.
El nombre “Timoteo” tiene un significado especial, pues se compone de dos palabras griegas: timao – “Yo honro” y Theos – “Dios”. Por lo que se nos relata de Timoteo, sabemos que vivió de acuerdo con su nombre. Timoteo fue, espiritualmente hablando, hijo de Pablo, ya que en varias ocasiones encontramos a Pablo refiriéndose a Timoteo como su hijo amado en la fe (1 Timoteo 1:2; 2 Timoteo 1:2).
Son descritos como “siervos de Jesucristo” (singular – doulos; plural – douloi. En vez de “siervos”, algunos han traducido la palabra “esclavos”.). Pablo usa el término, doulos en sentido espiritual. Es una relación que existe entre los esclavos y su amo. En este caso, de alguien que sirve a su Señor con alegría de corazón y en el gozo de una perfecta libertad. Pablo y Timoteo habían sido comprados por precio y son por lo tanto propiedad de su Amo, el Señor, Jesucristo (1 Corintios 3:23; 7:22).
Pablo escribe a “todos los santos en Cristo Jesús”. La expresión “santos” es una designación general de aquellos dedicados a Dios. En Efesios 5:3 describe la característica de un santo:

“Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos.”

Hay quienes enseñan que “santos” son aquellos que, habiendo alcanzado un alto grado de espiritualidad, después de haber muerto han sido canonizados por cierta jerarquía eclesiástica2. Sin embargo, Pablo llama “santos” a hermanos que estaban vivos y aun tuvo que exhortar a dos hermanas de la iglesia en Filipos a que se reconciliasen en Filipenses 4:2.
Los santos son aquellos que han obedecido el evangelio de Cristo y que fueron añadidos al cuerpo de Cristo, que es Su Iglesia (Hechos 2:38, 41, 47; Colosenses 1:18; Efesios 1:22; 5:23). Son santos porque son apartados del mal y del mundo que nos separa de Dios (Isaías 59:1-2; 1 Juan 2:15-17; Santiago 4:4; 1 P. 2:9-10).
La verdadera separación bíblica consiste, entonces, en imitar a Dios, cuyo mandato central en este aspecto corre a lo largo de la Biblia: “Sed santos, porque yo soy santo.” (Levítico 11:44; Mateo 5:48; 1 Pedro 1:15). En realidad, la posición del cristiano como un “santo” implica la negación de sí mismo y la consiguiente reorientación hacia Cristo. Hendriksen expone así: “El que es santo (2 Corintios 1:1) debe recordar que ha sido llamado a ser santo (Romanos 1:7; 1 Corintios 1:2). Idealmente, santos son, en verdad, creyentes (Efesios; Colosenses 1:1).”

La palabra “santo” viene de la palabra, “santificado”, que significa sencillamente “apartado”
Éxodo 19:6
Éxodo 26:33
Levítico 21:6
Levítico 27:30,32
Levítico 20:26
Daniel 7:22
1 Corintios 1:2
2 Corintios 1:1
Efesios 1:1
1 Pedro 2:9
Un santo es una persona a quien el Señor ha mostrado un gran favor y sobre quien ha depositado una gran responsabilidad. ¿Cuántas veces se utiliza esta palabra en el Nuevo Testamento con relación a los “cristianos”?
En la salutación está la frase “en Cristo” Es solamente “en Cristo” en donde una persona puede establecer una relación correcta y confianza con Dios.

Lea Romanos 6
para descubrir otras frases similares que expresan la unidad del creyente con Cristo.

Incluidos en la salutación están mencionados los “obispos y diáconos”. La palabra “obispo” (gr. episcopos) quiere decir “ver sobre” (supervisor o vigilante). Los “obispos” son los “ancianos” (Hechos 20:17, 28). Su trabajo se detalla en Hechos 20:28 “mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor”. Como pastores: “velan por vuestras almas” (Hebreos 13:17). Dice 1 Pedro 5:1-3: “apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella … siendo ejemplos de la grey”.
Es muy importante observar que estos tres términos (obispos, ancianos, pastores) se usan para los mismos hombres (del mismo oficio). Los apóstoles designaron ancianos (número plural) en cada congregación (Hechos 14:23). Por eso, entendemos que las palabras “anciano” y “obispo” se usan indiferentemente en el Nuevo Testamento y no en el sentido de jerarquía eclesiástica. Para conocer acerca de estos oficios se pueden observar los siguientes pasajes (Hechos 14:23; 20:17, 20:28; Efesios 4:11-12; 1 Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9; 1 Pedro 5:1-5).
Los diáconos no eran administradores sino, más bien, asistentes de los ancianos. Son siervos de Cristo que asisten a la Iglesia de diferentes maneras (1 Timoteo 3:8-13). Por eso la iglesia en Filipos reconoce la existencia de una organización compuesta de sobreveedores y diáconos. Por lo tanto, cuando vemos que se saluda a la iglesia “con los obispos y diáconos”, es natural que pensemos que es una referencia a dos clases particulares dentro de ella.
Partain explica: “No existió la práctica sectaria de tener un “Pastor” en ninguna de las iglesias del Nuevo Testamento. Además, esta verdad nos enseña que cada iglesia es independiente (autónoma) porque cada iglesia tiene su propio gobierno. No había gobierno central de la iglesia de Cristo, aparte de Cristo la Cabeza. Si alguien busca alguna “iglesia central” o “iglesia madre” en el Nuevo Testamento, buscará en vano.”
Fue solo en esta carta que Pablo resaltó a los líderes de la congregación en su salutación. Tal vez lo hizo aquí porque uno de sus propósitos era agradecer a los filipenses su ayuda financiera, y, como regla general, los dirigentes de la congregación eran los responsables de recibir fondos y de distribuirlos.
“Gracia y paz” La palabra traducida “gracia” (o “favor”) es charis. Es considerada como algo que se recibe sin esforzarse. Por lo tanto, la gracia es “un regalo que no se ha ganado” o un regalo inmerecido. La doctrina de la gracia enseña que somos totalmente incapaces de salvarnos a nosotros mismos. Somos salvos totalmente como un acto de la voluntad de Dios, y no hacemos nada para merecerlo de ninguna forma. La descripción que Pablo hace de los creyentes antes de la salvación se refiere a toda la raza humana si ésta no tiene a Cristo:

Efesios 2:1-3: “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”

Pero, dice Partain, “…no hay otra palabra que se haya pervertido más que la palabra “gracia”. La gracia no es incondicional como muchos suponen. No somos salvos por la “gracia sola”. 2 Corintios 5:19 (“no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados”) significa que Dios perdona los pecados de los que obedecen al evangelio, pero no significa que los pecados del cristiano no son cargados a su cuenta. La doctrina de que la justicia personal de Cristo es contada al cristiano de tal manera que Dios no puede ver los pecados de éste es falsa doctrina. Aunque esta enseñanza es llamada “gracia” por muchos, en realidad convierte la gracia de Dios en libertinaje (Judas 4). ¡Qué lástima que la doctrina bíblica de gracia sea pervertida por tantos hombres “religiosos”!”
La gracia de Dios viene a ser mucho más que un favor inmerecido, pues en el Nuevo Testamento significa la manifestación de la obra de Dios a favor de los hombres, tan solo por el impulso de Su amor. La justificación viene por medio de la ‘fe’. Las buenas obras nunca alcanzan gracia pero la gracia siempre produce buenas obras. La fe es la mano que recibe el don de la gracia de Dios, pero este concepto tiene que analizarse con mucho cuidado.

Hay muchas referencias sobre la “gracia” en toda la Biblia. Busque algunas de ellas en la Concordancia de Strong y apunte el contexto. Por ejemplo, observe el pacto de gracia de Dios con su pueblo y su compromiso de bendecirlo. Dios siempre cumple sus promesas.

Veamos lo que dice en Éxodo 6:6-8.

Yo soy Jehová

Yo os dé liberación

Yo os sacaré

Yo os dé libertad

Yo os libraré de su servidumbre.

Yo os dé poder

Yo os redimiré

Yo os dé relación

Yo os tomaré por mi pueblo

Yo os dé amistad

Yo seré vuestro Dios

Yo os dé bendición

Yo os meteré en la tierra

Yo os dé herencia

Yo os la daré por heredad.

“…y paz.” Aunque es una forma acostumbrada de saludo, expresaba el deseo del corazón de Pablo. Es un recuerdo de lo que Jesús les había prometido a los discípulos en Juan 14:27 y que Pablo desea en Colosenses 3:15. El problema para muchos es que viven bajo la ilusión de que la paz interna depende totalmente de lo que pasa alrededor de la vida. Piensan que una situación externa le puede robar a uno su paz interna. Se cree que la paz depende completamente de las circunstancias buenas. Pero esa no es la paz verdadera. Esteban conservó su paz interna inclusive cuando fue apedreado. Pidió el perdón para los que lanzaron las piedras.
Un ejemplo del Antiguo Testamento está en la actitud de Habacuc (3:17-18) para tener paz interna, no importa las circunstancias:
“Aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento, aunque las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales, con todo, yo me alegraré en Jehová, me gozaré en el Dios de mi salvación.”
 

1:3-8 Acción de gracias

Como hemos leído en la introducción del estudio, entendemos que Pablo tuvo una experiencia muy amarga en Filipos (Hechos 16:19-24), pero en lugar de recordarla con resentimiento, él prefería recordar el amor, la fidelidad y la comunión de la iglesia.

Después de una lectura de los versículos 3 a 8, apunte el por qué de su amistad con los filipenses, Cristo y el Evangelio. Hay que estar alertas de la apariencia de los temas que se presentan en la carta. El gran tema de estos versículos es lo que Dios ha hecho y lo que está haciendo (Es tan evidente en v.6). Ningún otro agente está trabajando, sino solamente El y lo que El hace abarca el comienzo, la continuación y el perfeccionamiento de la experiencia cristiana.

v. 3
v. 4
v. 5
v. 6
v. 7
v. 8
Escriba cómo influyen estos agradecimientos en su vida en Cristo.

Lo que inmediatamente llamó mi atención durante la lectura de estos versículos es la repetición de la palabra “todos”. Implica que cada individuo de la iglesia está incluido en su agradecimiento. ¿Nosotros hacemos esto? ¿Con qué frecuencia? ¿Nunca, de vez en cuando o, como dice Pablo: “Siempre en oración” (v. 4), inclusive por los hermanos que poco asisten o viven aislados?
En 2 Corintios 8:2, Pablo dice respecto de las iglesias de Macedonia (Filipos era ciudad de Macedonia) “que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad”. Tenían gozo en medio de mucha tribulación y profunda pobreza.

Identifique el gozo del cual Pablo habla en la carta a los filipenses:

1:25

2:2

2:28

2:29

3:1

4:1

Pablo dio la razón inmediata para la acción de gracias: (v. 5) “por vuestra comunión en el evangelio”. La palabra “comunión” se traduce de la palabra griega koinonia. Esta palabra era importante para Pablo. Se encuentra en diferentes formas en esta breve carta (“comunión” en 1.5; “participantes” en 1.7, “comunión” en 2:1; por “participación” en 3:10 y por “participó” en 4:15). Expresa un sentimiento de comunidad, proximidad y cooperación. Era la palabra favorita de Pablo para describir la relación de un creyente con el Señor resucitado y los beneficios de la salvación que obtenemos por medio de Él. Sobre la base de la fe, los creyentes tienen comunión con el Hijo (1Corintios 1:9).
La comunión bíblica incluye la ayuda económica (2:25; 4:14-18). En 2 Corintios 8:4 la misma palabra se traduce “participar”, y en Romanos 15:26 se traduce “ofrenda”. La ofrenda para los santos en Jerusalén fue el fruto de la participación de los contribuyentes, y la comunión entre los que ofrendaron y los que recibieron la ofrenda.
¿Qué más podemos decir de la “comunión de los creyentes en Cristo”? Que verdaderamente debe ser manifestada en la vida de cada miembro de la iglesia. Si no es así, entonces a nosotros no nos importa nuestro hermano, de allí que debemos reflexionar profundamente en el significado de estos primeros versículos del capítulo uno.
La “comunión” es una comunión:

  • de fe,
  • en oración y acción de gracias,
  • de los unos con los otros en amor mutuo,
  • de ayuda mutua,
  • que fomenta la obra del evangelio,
  • en la separación del mundo con sus cosas mundanas…

…y nunca debemos olvidar el significado del servicio recordatorio que los hermanos celebramos cada primer día de la semana:

“La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?” (1 Corintios 10:16)

¡Qué hermosa la íntima relación que existía entre ellos! ¿Sucede lo mismo con nosotros? La comunión entre los creyentes es un don de Dios que solamente se obtiene a través de Jesucristo. Esta ayuda continuará “hasta el día de Jesucristo” (v. 6), lo cual es una referencia de la segunda venida de Cristo. Recordemos que Cristo vendrá algún día (Mateo 24:26; Hechos 1:9-11; 1 Tesalonicenses 4:16-18; Filipenses 3:20), y que siempre tendremos la ayuda de Dios (Mateo 28:20; Hebreos 13:5). Dios es quien nos ayuda a seguir adelante, ya que sin El no somos nada en este mundo (Juan 15:5) y El es el único que nos anima y fortalece para correr la carrera que tenemos por delante (2 Corintios 3:4-5).

“hasta el día de Jesucristo” Identifique este día también llamado:

Filipenses 1:10; 2:16
1 Corintios 1:8; 2 Corintios 1:14
1 Corintios 5:5; 1 Tesalonicenses 5:2
1 Tesalonicenses 5:4
2 Tesalonicenses 1:10
1 Tesalonicenses 2:19; 3:13; 4:15

 
Carballosa comenta: “Lo que Pablo siente hacia los hermanos en Filipos no era producto de un capricho porque dice en v. 7 “es justo que yo sienta esto”. La palabra “justo” sugiere que en la opinión de Pablo hubiese sido una injusticia que él hubiese sentido algo diferente a lo que siente hacia los filipenses.”
v. 7. “os tenga en corazón.” No hay indicios en la Biblia que señalen que el cerebro sea el centro del estado consciente, del pensamiento o de la voluntad. Los hebreos hablaron de las entrañas como el sitio de las emociones más tiernas. Por eso es el corazón el que ocupa este lugar, y si bien también se usa en relación con las emociones, más frecuentemente son los órganos inferiores (entrañas, etc.). La mayor parte del lenguaje popular moderno usa la palabra “mente” para el estado consciente, el pensamiento, y la voluntad, y “corazón” para las emociones. Para el griego, entonces, el corazón no es el lugar de las emociones, sino que estas están situadas en las entrañas “os amo a todos vosotros con el entrañable amor” (v. 8). Motyer observa: “El v. 6 es entonces el pivote sobre el cual gira toda el pasaje. La acción de gracias y la súplica de los versículos 3- 5 surge de la convicción del versículo 6. La convicción del versículo 6 descansa a su vez sobre la evidencia del v. 7.”
El apóstol Pablo presenta a Dios como testigo para comprobar que en realidad les ama con un amor verdadero. Presenta a Dios como testigo para que estos hermanos se den cuenta que no está bromeando cuando dice que les ama. Para conocer más en cuanto al amor que debe existir entre los cristianos se pueden ver los siguientes pasajes (Juan 13:34; Marcos 12:31; Romanos 12:9-10; Filipenses 2:1-4; 1 Corintios 13:1-8; 1 Juan 3:16). El verdadero amor entrañable siempre proviene de parte de Jesucristo, el cual nos amó y se entregó asimismo por nosotros (Mateo 20:28; Juan 3:16; Romanos 5:8; 1 Timoteo 2:6; Tito 2:11-14).
v. 8. “Dios me es testigo.” Es un juramento serio. Cristo y Santiago condenan la práctica de jurar a la ligera (Mateo 5:33-37; 23:16-22; Santiago 5:12), pero Pablo invoca el nombre de Dios en forma solemne y reverente, tanto aquí en v. 8 como en 2 Corintios 1:23.
Aunque Pablo estaba en cadenas y su vida estaba en gran peligro, el pensamiento principal no era su propia defensa, sino: “…la defensa y confirmación del evangelio” (v. 7). La palabra griega “defensa” es apología y denota el dar respuesta, defensa de lo que uno cree (1 Pedro 3:15). En Hechos 22, 23, 24 y 26, en lugar de presentar argumentos a favor de su liberación, aprovechó la oportunidad para predicar a Cristo. Estos hermanos habían defendido la verdad inclusive cuando Pablo se encontraba en la cárcel (1:14-17).

Lea los pasajes de Hechos en donde se puede conocer la defensa realizada por Pablo. Haga apuntes del contenido de su defensa y la reacción de los oyentes.

Hechos 21:40 – 22:29

Hechos 22:30 – 23:11

Hechos 24:1-23

Hechos 26:1-32

1:9-11 La oración específica

La introducción prudente de los vs. 3-8 ha disipado cualquier motivo que pudiera dar lugar a ofensa.

El crecimiento espiritual del creyente no debe ser detenido por nada, debe ser algo progresivo, constante y patente.
En oración, Pablo hace tres peticiones especiales por aquellos hermanos.
Identifique las tres peticiones y haga referencia a la concordancia para comentar en las expresiones escogidas.
1 Amor, conocimiento, comprensión
2 Sinceros, irreprensible, el día de Cristo
3 Llenos, frutos de justicia, gloria y alabanza de Dios

La palabra griega que se traduce por “amor” es ágape, amor desinteresado que “busca el bien” del objeto de ese amor. Se nota como Pablo juntó varios comparativos en una sola frase: Oró pidiendo que el amor de ellos “abunde”, que abunde “más”, y luego añadió “y más”. Deseaba que el amor de ellos siempre creciera en tamaño y fuerza.
 

Punto de reflexión

Medite en su proprio comportamiento dentro de la congregación de los hermanos. ¿Las características1 del ágape se manifiestan en…

su actitud?

Humildad, ternura, espíritu perdonador aun hacia los “enemigos”.

sus palabras?

De ánimo, sinceridad y mansedumbre.

sus hechos?

De abnegación, lealtad y bondad.

La palabra “conocimiento” (v. 9) significa “percibir plenamente” para tener un conocimiento comprensivo. Pablo estaba pensando en el conocimiento espiritual, un conocimiento de Dios y Su voluntad. Tal conocimiento proviene de un diligente estudio de la Palabra de Dios y de meditación en todo lo que ella significa en la vida de uno.
v. 10 “…para que aprobéis lo mejor.” Hay que distinguir entre lo bueno y lo malo. El sabio conocimiento se lo demuestra escogiendo lo que en verdad vale la pena.
Pablo desea que sean llenos de frutos de justicia y eso se logra por medio de Jesucristo. Esto indica que para poder llevar frutos (v. 11) debemos permanecer en Cristo (Juan 15:1). Un cristiano que no lleva frutos será cortado, por lo tanto, preocupémonos por llevar muchos frutos. Estos frutos nos servirán para dar gloria y alabanza a nuestro Creador. Por medio de Jesucristo obtenemos todas las bendiciones (Efesios 1:3), obtenemos la victoria (1 Corintios 15:57; Filipenses 4:13), y lo más importante: la vida eterna (1 Juan 5:11; 14:6).
 

Punto de reflexión

¿Cuántos frutos llevamos nosotros?
¿Cuánta gloria y alabanza estamos dando a nuestro Creador con nuestro estilo de vida?
¡Esperemos que muchos!

 

1:12-18. El evangelio avanza a pesar del encarcelamiento

Pablo comienza a explicar a los filipenses su condición. Se observa un cambio abrupto del estilo de la salutación. “que las cosas que me han sucedido” (v. 12) ¿Cuáles son?

  • Acusaciones falsas que le obligaron a apelar a César (Hechos 28:17-19);
  • Encarcelamientos, sufrimientos, persecuciones – eventos narrados por Lucas (Hechos 21- 28; 1 Corintios 4:9-13; 2 Corintios 11:24-28).

El pensamiento principal es que el encarcelamiento de Pablo había obrado siempre para la gloria de Cristo (vs. 13-26). Aunque Pablo llegó a Roma en cadenas, no dejó de predicar el evangelio (Hechos 28.19, 30, 31). Por eso Pablo podía hablar del “progreso” (griego: prokope) del evangelio. Según Vine “prokope” significa “un golpear hacia delante”. Originalmente esta palabra hacía referencia a un pionero abriéndose paso a machetazos a través de arbustos”. Tiene que ver, pues, con quitar impedimentos u obstáculos.
¿Por qué permitió Dios que Pablo, embajador a los gentiles, quedara “inmovilizado” (en cadenas) en tiempos tan importantes para el evangelio? Es bueno que recordemos que el Señor no prometió una vida sin problemas aquí en la tierra. Muchos creyentes en todos los siglos han tenido pruebas y persecuciones. También recordamos lo que El Señor dijo a Ananías (Hechos 9:15) acerca de Pablo, “instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel”.
¿Cómo podía Pablo predicar a Félix, a Festo, a Agripa y aun a los de la casa de César?
¿Cómo podía Dios abrir la puerta para que Pablo predicara a tales hombres eminentes?
Simplemente por medio de convertir los obstáculos en oportunidades.
Los impedimentos llegaron a ser pasaderos o escalones para que el evangelio siguiera adelante. Es otro ejemplo de la providencia de Dios.
Pablo entendió esto. Entendió que no podía predicar a los gobernadores y reyes como hombre libre, sino solamente como preso. Pero “la palabra de Dios no está presa” (Isaías 40:8; 55:1-13; Timoteo 2:9;). Hubo conversos inclusive en “la casa de César” (4:22), y el César de ese tiempo era el famoso Nerón, que con tanta furia persiguió a la iglesia.

“Quiero que sepáis, hermanos…”
Partain11 explica: “Es una palabra que tenía significado muy importante para Pablo. Hoy en día esta palabra se usa tan ligeramente entre gente latina que prácticamente ha perdido su importancia. Todo el mundo es “hermano”, y no tiene ni la importancia de “amigo” porque a muchos se les dice “hermano” cuando son totalmente desconocidos.
De esta manera una palabra bíblica pierde su significado especial (1 Pedro 4:11). Es mi hermano el que obedece al evangelio de Cristo y llega a ser hijo de Dios. Si él es hijo de Dios y si yo soy hijo de Dios, los dos somos hermanos.
Es verdad que los apóstoles decían “hermanos” a los judíos, porque éstos eran hijos de Dios bajo la ley de Moisés. Durante el tiempo de la predicación apostólica que se registra en Los Hechos (2:29; 13:15, 26), les llaman “varones hermanos” y se convirtieron muchos de ellos.”

v. 13. “todo el pretorio” Durante un tiempo los miembros de la guardia pretoriana tenían que ser nativos de Italia, pero después fueron admitidos los oriundos de Macedonia, Noricum y España. Un total de nueve cohortes de mil soldados cada una formaba aquel importante cuerpo militar. Diariamente un soldado era encadenado a la muñeca de Pablo y así oía las conversaciones que el apóstol sostenía con sus visitantes. Dice Hechos 28:30,31, que Pablo tenía libertad de recibir gente y predicarles, pero siempre había “un soldado que le custodiase” (Hechos 28:16) y en consecuencia había santos “de la casa de César” (Filipenses 4:22).
Roper explica: “La forma latina del término “pretorio” sería “praetorium”. Hay quienes creen que esto se refiere al palacio del emperador. Si bien es verdad que el evangelio llegó al palacio de César (4:22), la mayoría de los eruditos creen que la palabra, tal como se usa en 1:13, se refiere a la guardia pretoriana. Estos soldados de élite eran el excelente regimiento del ejército romano, las tropas que componían la Guardia Imperial de Roma. Eran diez mil soldados italianos cuidadosamente escogidos, que tenían rango de centurión (oficial que estaba sobre cien soldados). Entre otros deberes, eran los guardaespaldas privados del emperador. Ejercían mucha influencia en Roma, y más adelante se convirtieron en los hacedores de emperadores del Imperio Romano. Tenían privilegios especiales, que incluían doble paga y sus propias habitaciones en Roma. Cuando se jubilaban, después de doce a dieciséis años de servicio, se les daba la ciudadanía romana y una generosa concesión. El hecho de que Pablo fuera entregado a este regimiento y fuera vigilado por ellos, puede ser indicio de la importancia que le dieron a su caso los oficiales romanos…”
“…Al vigilar a Pablo, la práctica estándar era que se cambiaran turnos cada seis horas. El apóstol tenía así la oportunidad de influenciar cuatro soldados al día. Si las matemáticas no me fallan, ¡esto podría dar un total de 2.920 contactos en un período de dos años! (Es probable que algunos repitieran, y que no fueran 2.920 soldados.) Los soldados, sin duda, pueden haber creído que tenían a Pablo cautivo, pero más bien eran ellos los cautivos, pues no les quedaba más remedio que escucharlo a medida que se entregaba a las actividades propias de cada día…”

¡Predique la Palabra!

Este es el primer ejemplo de cómo el evangelio había progresado a pesar de las cadenas. Los obstáculos y las adversidades constituyeron singulares oportunidades para propagar la Palabra.

Puede ser que nosotros, alguna vez, nos consideremos “encadenados”, pero esas “cadenas” deben convertirse en oportunidades para difundir el evangelio. Se dice que Pablo estaba encadenado a soldados, pero en la realidad, eran los soldados quienes estaban encadenados a él. Así también, hay cristianos que están “encadenados” a situaciones similares o menos que deseables, y en vez de lamentarse hay que imitar a Pablo: hacer de estas situaciones buenas oportunidades para influenciar sobre los demás.

Tal vez usted pueda idear ilustraciones para las “cadenas” que se mencionan.

v. 14. “cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones” El ejemplo dado por Pablo en medio de sus sufrimientos fue el instrumento usado por el Señor para avivar a los creyentes en Roma. “se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor”. Es lo que pasó con Pedro y Juan: cada vez que les echaron a la cárcel, ellos salían más valientes (Hechos 4,5). Lo mismo sucede ahora. Es importante que haya hermanos en cada congregación que hablen con denuedo por Cristo. ¿Por qué hay tantos hermanos callados? Debemos abrir la boca (Hechos 8:35).
 

(1:15-18) Diferentes razones para predicar a Cristo

(1:15-18) Diferentes razones para predicar a Cristo

Por envidia”

Por buena voluntad”

¿Quiénes son?
¿Los judaizantes? Busque ejemplos en los Hechos y las cartas donde está la evidencia que se habían opuesto al evangelio predicado por Pablo.
Para aquellos que predican así, fama y reputación no significaba nada.
Envidia es uno de los pecados más destructivos. Pablo no defiende la insinceridad en la predicación. Predican a Cristo.” Esto significa que predicaron la verdad. No eran falsos maestros. No eran los judaizantes que imponían la ley de Moisés y la circuncisión sobre los gentiles (Filipenses 3:2). Pablo se regocijaba cuando Cristo era anunciado, porque la fe viene por el oír (Romanos 10:17).
Complete la frase:
Es un sentimiento…..
v. 18. Pablo se propuso no sentirse provocado o permitir que el asunto se transformara en una lucha de personalidades; todo lo que le interesaba era que Cristo sea anunciado

Para poder defender la verdad se necesita considerar varios factores. Es imperativo que:

  • conozcamos la verdad muy bien para poder defenderla;
  • no nos avergoncemos de la verdad (Marcos.8:38; Romanos 1:16);
  • siempre estemos preparados para presentar defensa (1 Pedro 3:15);
  • usemos bien la palabra de verdad (2 Timoteo 2:15);
  • leamos diariamente para aprenderla (1 Timoteo 4:13).

Todo esto y muchos otros factores más deben ser considerados para poder defender la verdad.
 

1:19-20 Sufrimiento para el engrandecimiento

v. 19 Pablo confiaba en las oraciones de los santos. La palabra “suministración” significa “soporte” o “un ligamento que sirve de soporte”. También Pablo confió en la infaltable ayuda del Espíritu Santo. Se notan las palabras de Jesús en Mateo 10:19-20.
Pablo tenía mucha confianza en la eficacia de la oración de los filipenses, como también en la de los otros hermanos (Romanos 15:30,32; 2 Corintios 1:11; Colosenses 4:2; 1 Tesalonicenses 5:25; 2 Tesalonicenses 3:1). Estaba de acuerdo con lo que Santiago dice acerca de la oración eficaz del justo (Santiago 5:16).
v. 20. La palabra “anhelo” es usada solamente dos veces en el Nuevo Testamento, aquí y en Romanos 8:19 donde aparece la misma actitud de esperanza y deseo ferviente de quien aguarda un suceso glorioso. Según Wuest, la frase “anhelo y esperanza” describe una persona con la cabeza erguida y observante, cuya atención se ha apartado de todos los otros objetos y se ha concentrado en sola una cosa. Significa “esforzándose hacia adelante con la cabeza extendida” para poder soportar aflicciones, y para seguir predicando “el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo”.
“En nada seré avergonzado” es lo directamente opuesto a “con toda confianza”. Pablo tiene una suprema ambición: Que Cristo pueda ser exaltado en su cuerpo, vivo o muerto; que Cristo pueda ser visto más claramente por otros en toda su plenitud.
 

Punto de reflexión

Hay que tener mucho cuidado en nuestra actitud. No debemos decir: “Yo engrandeceré a Cristo.” como si tuviésemos poder para hacer tal cosa. Al contrario, nos sometemos a la voluntad de Dios para poder expresar: “Cristo será engrandecido en mí.” Pablo dejó que Dios determine la forma cómo servirle, es decir, Dios diría si “por vida o por muerte”.
Se nota la manera en que Pablo magnificó a Cristo
Hechos 9:18; Hechos 9:20; Hechos 21:13; Hechos 26:6-8; Gálatas 1:23
 

1:21–24. Vivir o morir

Materialmente, la muerte pone fin a todas las ambiciones terrenales, los bienes de este mundo, el prestigio, la educación, la posición social y la fama. Los que mueren sin Cristo, mueren sin esperanza. Para Pablo, la realidad motivadora es que Cristo vive en él. Pablo puso su vida en segundo lugar (Hechos 20:34; 21:13), porque buscó “primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6:33). El beneficio de la obra siempre era la cuestión principal en la experiencia de Pablo, y debe ocupar el mismo lugar en nuestra vida. Todo miembro cuenta. Todo miembro es importante. Tiene su función en el cuerpo. Por eso cada cristiano debe decir con Pablo “quedar en la carne” todos los años que Dios permita sean necesarios y útiles para el adelanto de la obra. Ningún miembro sobra. Todo cristiano sincero reconoce que su vida sí vale.
La palabra griega para “partir” es utilizada para describir el acto de soltar las ataduras de un barco o la tarea de replegar las carpas de un campamento y, metafóricamente, significa la muerte de un creyente. La vida errante será cambiada, a través de la muerte, por un hogar permanente con Cristo (2 Corintios 5:8; 2 Timoteo 1:12).
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Para Pablo el vivir fue Cristo y el morir fue ganancia. Estas palabras nos recuerda el mensaje que escribió a los hermanos en Galacia (Gálatas 2:20) “….Ya no vivo yo mas Cristo vive en mi…” Esto fue una realidad en la vida de Pablo ya que en todo momento exaltaba a Cristo y vivía para él, en el sentido de que fue obediente al Señor e hizo Su voluntad.
Morir para Pablo era ganancia ya que el sabia que le esperaba una corona de vida que Dios daría a todos aquellos que hacen Su voluntad (2 Timoteo 4:7-8). Pablo sabia que al morir le estaría esperando un lugar especial, el que Cristo fue a preparar para todos aquellos que se preocupan por vivir para Cristo (Juan 14:1-3; Filipenses 3:20; 2 Corintios 5:1-2).
La muerte es ganancia para los fieles porque en la muerte seremos liberados del pecado en otra manera. En esta vida nunca sabemos cuándo seremos tentados o probados, ni cómo, ni dónde, ni qué tan fuerte, pero después de la muerte, ya no habrá más tentación. Los fieles serán librados de todos los enemigos, perseguidores, calumniadores y burladores; la muerte le libra al santo de toda persecución. No habrá más sufrimiento causado por enfermedades, ni por la separación de los seres amados, ni por causa alguna.
Dios había trazado un plan para alcanzar al Imperio Romano y era un plan que Pablo jamás había soñado. ¿Y sabe usted a quién puso a la cabeza del comité encargado de los arreglos? ¡A Nerón, el emperador! Pablo nos dice en el versículo 13:

“De tal manera que en todo el pretorio y entre todos los demás se ha hecho que estoy preso por la causa de Cristo.”

¿No es ese un plan extraordinario para evangelizar al Imperio Romano? Hay que entender, sin embargo, que la palabra “ganancia” aquí no significa beneficio personal para Pablo, pero sí ganancia para el Evangelio (v. 12).
 

Punto de reflexión

¿Cuál es nuestro concepto de la vida? ¿Cuál es nuestra meta y en que hemos puesto nuestra mira? ¿A qué dedicamos el tiempo, la energía, los recursos? Pablo quiere que para todos “el vivir” sea Cristo.
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” (2:5); “gozaos en el Señor” (3:1); “regocijaos en el Señor siempre” (4:4); nuestra “ganancia” incluye el “conocimiento de Cristo Jesús” (3:8); nuestro anhelo es “ser hallado en él” (3:9); y “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (4:13).
¿Qué es la vida para mí? “Mi familia”, “El dinero”, “La fama”, “Las posesiones materiales” y otras cosas? Qué tristeza si estas son nuestras únicas respuestas.
Recordemos las palabras que Cristo dijo en Lucas 14:25-33, si ponemos otras cosas primero antes que a Cristo, no podremos ser sus discípulos.
 

¿Entonces qué pasa en la muerte?

Algunos piensan que las palabras de Pablo “Estar con Cristo” significan que cuando el cristiano muere viaja para estar con Cristo en el cielo. El morir es pura ganancia en vista de que para el creyente no hay nada entre la muerte y la realización inmediata de estar en la presencia de Cristo. El argumento se puede encontrar en el siguiente comentario de MacDonald
“Observemos que Pablo no creía en ninguna teoría de sueño del alma. Él creía que el cristiano va a estar con Cristo en el momento de la muerte, y que está en el goce consciente de la presencia del Señor. ¡Qué ridículo sería que hubiese dicho, como algunos vienen a decir en la actualidad: “Vivir es Cristo, dormir es ganancia”! O, “Partir y dormir es mucho mejor”. “Dormir” se emplea en el Nuevo Testamento del cuerpo del creyente cuando muere (1 Tesalonicenses 4:14), pero nunca de su alma. Observemos también que la muerte no debe confundirse con la venida del Salvador. En el momento de la muerte, vamos a estar con Él. En el momento del arrebatamiento, Él viene a nosotros.”
Se nota la declaración: “Dormir” se emplea en el Nuevo Testamento del cuerpo del creyente cuando muere (1 Tesalonicenses 4:14), pero nunca de su alma.” Para que se pueda analizar el asunto, hay que entender lo que es el hombre o como está formado. Según la Biblia un ser humano consiste de cuerpo, alma y espíritu (1Tesalonicenses 5:23). Vamos a ver como se originó el hombre:

“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”(Génesis 2:7)

El alma del primer hombre, Adán, no existía antes que el cuerpo hecho del polvo de la tierra y el soplo de Dios se unió. Dios no puso ningún alma separado viviente al hombre. El cuerpo y el alma no son separados. La vida del alma depende de la presencia del espíritu de la vida. Por eso en la muerte el alma, o sea, toda la persona vuelve al polvo de la tierra pero el espíritu vuelve a Dios, quien lo ha dado (Eclesiastés 12:7).
 

Un resumen del asunto

“partir” no quiere decir que estaría inmediatamente con Cristo. Se nota 2 Timoteo 4:6-8 “…en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.”
En esta carta la esperanza está en la venida y la resurrección 1:6, 10; 2:16 – Día de Jesucristo; 3:11 – La resurrección; 3:20-21 – La transformación.
¿Cuándo esperaba Pablo estar con Cristo? 2 Corintios 4:14; 5:10; 2 Timoteo 4:1, 8. El Apóstol sabía que dormiría 1 Corintios 15:6, 18, 20, 51-53; 1 Tesalonicenses 4:13-14; Daniel 12:2-3.
¿Por qué tenía deseo de partir? Eclesiastés 3:20; 9:5. Recibiría paz y descanso de las muchas persecuciones en la muerte. Sin embargo tuvo que continuar en la obra del Señor.
Carballosa nos presenta un desafío. ¿Desarrollamos una respuesta?
Dice: “Es importante observar las expresiones “vivir en la carne” (v. 22) y “quedar en la carne” (v. 24). Estas dos expresiones son sinónimas, significan lo mismo, y están en contraste directo con las expresiones “deseo de partir” y “estar con Cristo” en v. 23. Estos versículos constituyen un argumento incontestable para aquellos que enseñan que todo termina en el sepulcro o después de la muerte el alma duerme en el sepulcro hasta el momento de la resurrección; si fuese así, sería insensato y contradictorio que el apóstol Pablo hablara de su deseo de “partir y estar con Cristo”. Mejor hubiese dicho: “deseos de partir y dormir en el sepulcro hasta el día de la resurrección.”
 

1:25-26. Liberación

En los versículos 25 y 26, hay un abrupto cambio, al desaparecer la anterior incertidumbre: el asunto quedó resuelto en su mente. Pablo tenía un profundo sentido de la responsabilidad. Tenía que tomar una decisión. Llegó a la conclusión de que su agitada vida y ministerio sobre la tierra eran más necesarios que “partir y estar con Cristo”. Se puede imaginar lo que pasaba en la mente de Pablo. Parece que tuvo la esperanza de su absolución en el juicio romano al que se iba a enfrentar. Pero el contexto indica que quedaban dudas en cuanto a lo que sucedería cuando fuera enjuiciado.
El resultado final para los filipenses sería que “abunde vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros.”. La palabra “presencia” (griego: parousías) se refería originalmente a la entrada ceremonial de un conquistador o rey a la ciudad. El mismo término es la palabra que se usa para la venida de Cristo (1 Tesalonicenses 2.19; 3.13; 4.15; 5.23). Indica la presencia personal o física de la persona de quien se habla. ¡La llegada de Pablo sería ocasión de más gozo que la visita del emperador romano!
El libro de los Hechos concluye con la primera etapa del encarcelamiento de Pablo en Roma y no nos da más detalles de lo que sucedió posteriormente. Sin embargo, las epístolas pastorales dan a entender que Pablo fue puesto en libertad por un corto tiempo y luego fue nuevamente encarcelado y ejecutado.
 

Una oportunidad para entrar en un debate.

¿Cuáles son las ideas pro y contra de los hermanos acerca de lo que está seleccionado a continuación:
Roper escribe: “Son muchas lecciones las que podríamos entresacar de los versículos 25 y 26. He aquí una: Nuestras decisiones deben tomarse no solamente con base en lo que nos conviene a nosotros, sino también en relación con lo que conviene a los demás. Esto es algo que se aplica a las decisiones en general, e incluso cuando la muerte está cerca.
Hoy, en ciertas partes del mundo, se habla mucho de la «eutanasia» o de «matar por compasión». Esta palabra de origen griego combina el prefijo que significa «bueno» o «bien» (eu) con la palabra para «muerte» (thanatos). La forma verbal significa «morir bien»; es un nombre impropio, en el sentido que la palabra se usa. La única muerte «buena» es la muerte «en el Señor».
El suicidio no es una opción para el cristiano. La mayoría de los motivos, sino todos, para actos tan impíos son totalmente egocéntricos. Un cristiano deja el momento de su muerte en las manos de su Dios. No elige tomar la llamada «salida fácil» por el suicidio, sea este asistido o no. Un cristiano, aun cuando está muriendo, puede a menudo hallar una oportunidad más de decir una palabra que ayudará a otra persona. Si no hay otro propósito, el cristiano moribundo puede servir de ejemplo de cómo morir valientemente en el Señor.”
 

1:27-30 Una vida de dedicación – unidad, firmeza y valor

Pablo tiene una petición para los hermanos filipenses. Esta petición consiste en pedirles a ellos que se comporten “como es digno del evangelio de Cristo” (v. 27). Según Walvoord el verbo “comportar” (politeuesthe, que viene de la palabra polites ), ciudadano significa literalmente “cumplir su deber como un buen ciudadano”. Filipos era una colonia romana en la que un ciudadano romano estaría muy consciente de su responsabilidad civil. Por eso Pablo les pide que su comportamiento sea excelente para que la gente vea que han obedecido el evangelio de Cristo y que son seguidores de Cristo. Ya sea presente o ausente que pueda oír muy bien de ellos.

Pero, ¿qué es el evangelio?

Parece que es una pregunta fácil. En el Antiguo Testamento se usaban el sustantivo evangelio y el verbo proclamar el evangelio, traer buenas nuevas. (Salmo 40:9; 96:2; Isaías 40:9; 52:7; 53; 61:1) Sin embargo, hay que considerar los elementos siguientes en el concepto “evangelio” según lo que Pablo expone.

Su poder Romanos 1:16
Su autor 1 Tesalonicenses 2:9; 3:2
Su énfasis Hechos 20:24
Su mensaje 1 Corintios 15:1-11
Su implicación 2 Corintios 7:10; 2 Timoteo 2:25
Sus embajadores Romanos 1:1
Su llamado 2 Corintios 5:20

Un tema que está presente hasta el final del capítulo 1 y al comienzo del capítulo 2 es el de la “unidad”.
En v. 27, Pablo recalcó tres veces la necesidad de la unidad. Deseaba que sus lectores estuvieran unidos…

  • en cuanto a la actitud: “en un mismo espíritu”.
  • en cuanto a la atención: “unánimes”.
  • en cuanto a la acción: “combatiendo unánimes”.

¡La unidad es tan importante! Cumplir los requisitos del v. 27 es más fácil hacerlo que otros. Donde el versículo tiene la expresión “combatiendo unánimes”, el texto original “podría parafrasearse para que diga: “combatiendo juntos como atletas en una causa común”. Es como si Pablo estuviera a los lados de la pista instando y diciendo: “¡Muestren gran trabajo en equipo!”.
 

Punto de reflexión

Como el romano debería vivir de una manera apropiada a su ciudadanía con sus privilegios y leyes, así también deberían vivir de una manera apropiada a su ciudadanía celestial, una vida que reflejara su sumisión a la ley de su Rey en los cielos.
Efesios 4:1
Tito 2:10
2 Corintios 3:2
¡Cuán importante es el comportamiento diario de los cristianos!

Una lección importante para todos los creyentes en Cristo Jesús

Las Escrituras exhortan al cristiano a practicar un estilo de vida que armonice con su confesión de seguidor de Cristo. Hay que reflexionar hoy en el comportamiento de la vida propia.

v. 28. “y sin dejaros intimidar”. La palabra “intimidar” se usa para describir el terror que muestra un caballo cuando se asusta. Puede que su fe sea atacada. Puede que la gente se burle de sus convicciones y de sus valores. Su valentía, sin embargo, mostrará a sus enemigos que los cristianos no son fortalecidos por un valor humano meramente, y así, oponérseles es luchar contra Dios mismo (Hechos 5:39)
“y esto procede de Dios” (v. 28). Cuando un gladiador vencía al oponente, lo mataba, si la multitud (asistentes a los juegos del circo en Roma) no le pedía lo contrario. La vida o la muerte estaba en manos del pueblo para dirimir, pero el gladiador espiritual no dictamina la sentencia de vida o de muerte de los hombres inconstantes porque “esto es de Dios” y no de los hombres. Al mismo tiempo, la presencia evidente de Dios entre ellos les asegura que le pertenecen y son bendecidos con su salvación.
v. 29. Es un gran honor creer en Aquel que merece nuestra fe; es un privilegio amarle y servirle. Patain20 explica: “La mente del creyente escapa de las torturas de angustia y agitación de la incredulidad. Al sufrir por la verdad imitamos a Jesús y somos hechos semejantes a Él.
Pablo presenta aquí dos grandes pruebas del discipulado:

  1. creer en Cristo, y
  2. sufrir por Cristo.

Son marcas o características del cristiano. Pero al mismo tiempo son las dos grandes bendiciones: “os es concedido … que creáis en él … que padezcáis por él”. Los cristianos sufren por el nombre de Cristo, por el evangelio (Mateo 5:10-12), y de esta manera participamos de los sufrimientos de Cristo y sus apóstoles.”
v. 30. Aquí de la palabra traducida “conflicto” (griego: agona) se deriva “agonía” (Romanos 15:30; Colosenses 1:29; 2:1; 1 Tesalonicenses 2:2). Esta palabra fue usada para indicar las contiendas (luchas, carreras de carros y otras actividades atléticas) en el anfiteatro en Roma. Se refiere a las luchas que el cristiano sostiene contra los peligros, las molestias y todos los obstáculos que pueden impedir la fe, la santidad y el deseo de hacer que el evangelio avance (1 Tesalonicenses 2:2; 1 Timoteo 6:12; 2 Timoteo 4:7). Este “conflicto” es para beneficio del cristiano (como privilegio, “es concedido”).
El llamado a los filipenses y a nosotros es a aceptar las fatigas y conflictos que marcaron la vida del Apóstol.

El Capítulo 1 constituye un todo en el escenario para las exhortaciones y revelaciones que debían seguir. El retrato que nos presenta el apóstol Pablo es, en sí mismo, un ejemplo para todos los creyentes y que debería dar consuelo y seguridad a los que sufren por causa de Cristo.

Escriba abajo lo que ha aprendido de la lectura del primer capítulo:

Unas lecciones practicas del capítulo 1:

  1. La Biblia nos enseña cual es la organización bíblica de la Iglesia (1:1).
  2. Los cristianos deben orar unos por otros (1:3-4).
  3. Dios nos ayudará hasta el fin (1:6; Mateo 28:20; 1 Corintios 15:58).
  4. La Palabra del Señor no está presa (1:12-13).
  5. Hay que hablar la palabra sin temor (1:14).
  6. Algunos sirven a Dios con motivos incorrectos (1:15-18).
  7. El cristiano debe estar presto (listo o preparado) para la defensa del Evangelio (1:16).
  8. El cristiano debe vivir para Cristo (1:21).
  9. El cristiano debe vivir como es digno del Evangelio (1:27).
  10. El cristiano tiene el privilegio de sufrir por Cristo (1:29; Hechos 5:42; Filipenses 4:4).

 

Preguntas del capítulo 1 para investigar

  1. ¿Quiénes enviaron esta carta a los filipenses?
  2. ¿Cree usted que hubo alguna razón del porqué Pablo no usó el título de apóstol, y cuál es esta razón?
  3. ¿Cómo son descritos Pablo y Timoteo, y cuál es el significado de este término?
  4. En el Antiguo Testamento, ¿a qué clase de personas se aplicaba el nombre de siervo de Dios?
  5. ¿Con qué palabra se identifica a los hermanos de Filipos?, ¿qué significa esta palabra?
  6. ¿Qué quiere decir las palabras “obispo”, “diácono”?
  7. ¿Qué quiere decir gracia?
  8. ¿Cuál era el sentir del apóstol al acordarse de los filipenses en sus oraciones?
  9. ¿Qué quiere decir la palabra comunión?
  10. ¿Por cuáles tres cosas Pablo oraba para que practicaran los filipenses?
  11. ¿De qué manera las prisiones de Pablo influyeron en el desarrollo del evangelio?
  12. Explique la frase: “para mí el vivir es Cristo”.
  13. ¿Qué era lo que esperaba Pablo oír sobre el estado espiritual de los filipenses?
  14. Según la frase “la fe del evangelio”, ¿cómo explicamos la relación del evangelio con la fe?
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Capítulo 2