Discurso 5 – La presencia de Jesús (Juan 7:1-52)


Lea Juan 7:1-52
El quinto discurso está separado de la quinta señal. En este caso resulta obvio puntualizar que la conexión entre ambos no es tan sencilla como en los otros ejemplos. Sin embargo, resulta razonable sugerir que la señal muestra algo similar a lo que el discurso enseña – la ausencia de Jesús no es más que aparente –. Vamos a ver.
 

¿Una contradicción?

Jesús no rehuía a la muerte. Esta debía llegar a “su hora” predeterminada por la decision de Dios (Mateo 26:45; Marcos 14:41; Lucas 22:53; Juan 7:30; 8:20; 12:23, 27; 13:1; 17:1). Su ausencia de Judea no se debía a que temiera a los judíos que querían matarle.
Juan 7:1 está en el contexto de su visita a Jerusalén durante la fiesta de los tabernáculos (Juan 7:10-25). La ausencia del Señor era más por motivos judiciales sobre Judea que por otra causa.

La fiesta de los tabernáculos
Había siete fiestas solemnes del Señor. Las siete fiestas solemnes se presentan en Levítico 23.
1. La Pascua (Levítico 23:5)
2. Los Panes sin Levadura (Levítico 23:6)
3. Las Primicias (Levítico 23:10)
4. Pentecostés (Levítico 23:15)
5. El Son de Trompetas (Levítico 23:24)
6. El Día del Perdón (Levítico 23:27)
7. Tabernáculos (Levítico 23:34)
Adjuntamos otras sugerencias con respecto de los motivos de la ausencia de Judea. Ponga sus reacciones.
Me parece que era mas bien por algun tipo de resentimiento. En Juan 3.22 – 30 señala que Jesus estuvo en Judea y mas adelante, en el v. 32 dice …”Nadie recibe su testimonio”. Es decir, hablaba y nadie le creia. si es tal como le manifiesto, la frase quedaria de la siguiente manera: La ausencia del Señor era más por la poca acogida que le brindaron en Judea que por otra causa.
Tambien puede relacionarse con la vida que llevaban las autoridades romanas de Judea (Herodes y su relacion con su cuñada). Entonces, si fuese por esa razon, la frase seria como sigue: La ausencia del Señor de Judea era más por motivos morales que por otra causa.
 

Juan 7:1-36. Esta sección da a conocer como estaban las relaciones de Jesús con su familia y con los judíos en general a esta altura de su ministerio. El Mesías tenía conciencia de la hostilidad y el complot en su contra (v. 1) y Juan menciona esto para dar cuenta de su retraso en ir a la fiesta.

Prohibido Ejemplificado
“Os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, pero después nada más pueden hacer.” (Lucas 12:4) “Después de esto andaba Jesús en Galilea, pues no quería andar en Judea, porque los judíos intentaban matarlo.” (Juan 7:1)

La fiesta de los tabernáculos era una reunión popular y nadie que quisiera entrar en contacto con el mayor número posible de gente podía hacer algo mejor que aparecer en Jerusalén en aquel momento. Esta era la última de las tres fiestas anuales, celebrada el día 15 del séptimo mes – septiembre – (Levítico 23:33-34; Deuteronomio 16:13; Nehemías 8:14-18).
El razonamiento de los hermanos de Jesús (v. 3). Quizá habían oído que recientemente muchos de los discípulos de Jesús lo habían abandonado (Juan 6:66). “y le dijeron sus hermanos” (Juan 2:12) no sus discípulos sino sus medio hermanos, “Jacobo, José, Simón y Judas”, Mateo 13:53-55. Algunos dicen que estos “hermanos” eran primos hermanos, hijos de Alfeo y la hermana de la madre de Jesús, pero los hermanos de Jesús no “creían en él”, mientras que “Jacobo hijo de Alfeo… y Judas hermano de Jacobo” (Hechos 1:13; Juan 14:22) eran apóstoles de Cristo.
“Ni aun sus hermanos creían en él.” – Juan 7:5 –
La respuesta que dio Jesús en el v. 6 demuestra que sabía que sus movimientos estaban perfectamente predeterminados, de allí que para otros resultaban difíciles de comprender. Para sus hermanos el “tiempo aún no ha llegado” o sea que cualquier instante es bueno. Aquí, la palabra “tiempo” indica un momento oportuno y debe distinguirse del término “hora”, aunque estén relacionados. En otros pasajes (Juan 2:4; 7:30; 8:20; 12:27), la palabra que usa Jesús es “hora” que quiere decir “la hora señalada por Dios”. Ese tiempo u hora era inalterable e inevitable. En este pasaje la palabra es kairos (no jrónos que es el tiempo del reloj) que quiere decir “estación propicia, oportunidad”. Es decir, el mejor momento para hacer algo, cuando las circunstancias son favorables.
Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado. – Juan 7:6 –
Faltaban seis meses más para que su tiempo (hora) llegara. Su hora llegó cuando llegó la siguiente Pascua.
Los hermanos de Jesús hicieron lo posible para obligarle a ir a Jerusalén. Tenían razón desde un punto de vista humano. Jesús había realizado Sus mayores milagros en Galilea (Juan 2:1-11; 4:46-54; 6:1-14) El único milagro que se relata que efectuó en Jerusalén es la curación del inválido (Juan 5:1-14). Era natural que los hermanos le dijeran a Jesús que acudiera a Jerusalén para que Sus partidarios vieran lo que podía hacer.
El contraste entre el éxito deseado por los hermanos por medio de prodigios y la hostilidad profunda de la que Jesús se siente objeto por causa de su palabra subraya la distancia que existe entre los dos mundos. Este error de no reconocer a Jesús se enfatiza más en el capítulo 7 que en todo el Evangelio. Juan deja claro que la aversión en torno a Jesús crecía y que, al mismo tiempo, había un grado de incertidumbre sobre El. En Jerusalén había quienes “murmuraban” (Juan 7:12); por regla general su mesianismo no era entendido y a eso se sumaba una cierta dosis de peligro.

Se nota un paralelismo entre la primera señal (Juan 2:1-11) y el llamamiento en Juan 7 y también cierto contraste.
Juan 2 Juan 7
Su madre Sus hermanos
Durante la boda Durante la fiesta
Mi hora no ha llegado Mi tiempo aún no ha llegado
Actúa con prudencia y cautela (Hizo un milagro pero pocos se dieron cuenta) Actúa con prudencia y cautela (Subió a Jerusalén en secreto)
Manifestó su gloria Manifestó su origen divino
Les da a beber agua convertida en vino Se presenta como fuente de “aguas vivificadoras”
La fiesta estaba en sus instancias finales Hizo su proclama el último día de la fiesta
Muchos se mostraron satisfechos con la señal Causa disensión entre la gente
¿Identifique un significado entre estas ideas?
 
 
 
 
 

¿Referencias al profeta Malaquías? – Juan 7:11 –

Yo envío mi mensajero para que prepare el camino delante de mí. Y vendrá súbitamente a su Templo el Señor a quien vosotros buscáis y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros, ya viene», ha dicho Jehová de los ejércitos.” (Malaquías 3:1)

Las palabras “buscar” y “enviado” tienen un significado importante en las enseñanzas de Jesús durante la fiesta.
buscar
vs. 11, 25
vs. 34, 36
vs.19-20, 25
vs. 34, 36
enviar
v. 16
v. 18
v. 26
v. 28
v. 29
v. 29

“Y había mucha murmuración acerca de él entre la multitud..” – Juan 7:12 –
La verdad causa división entre la gente. Mateo 10:34-37; Hechos. 13:45, 48. ¿Por qué dijeron que Jesús extravía a la gente? Un ejemplo de esto se ve en Mateo 15:1-9; es decir, conducía a la gente fuera de las tradiciones humanas para que anduviera en la verdad.
“Y se admiraban los judíos…” – Juan 7:15 –
La llegada de Jesús “a la mitad de la fiesta” y su manera de enseñar dejó confusos y perplejos a los judíos. No sabían qué hacer con El. “¿Cómo sabe éste letras, sin haber estudiado?” Es decir, ¿cómo puede alguno saber algo si no lo aprendió de nosotros?
Aun cuando Jesús tenía doce años de edad, sus padres “le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas” (Lucas 2:46, 47).
 

Enviado de Dios

“Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.” (Juan 7:16)

Lo que confundía a los judíos era la profundidad de la enseñanza de Jesús, aunque no tenía educación formal (v. 15). Respondiendo, el Mesías señaló que la verdadera naturaleza de su enseñanza no era suya sino de Dios (v. 16); podía ser asimilada por cualquiera que deseara hacer la voluntad de Dios (v. 17); no estaba basada en mi propia cuenta (v. 17); pretendía fomentar la honra de Dios y, por lo tanto, era verdadera (v. 18). La conclusión de la respuesta de Jesús fue abrupta: apeló a Moisés y a la Ley (v. 19).
Hay dos peligros principales que amenazan al creyente que se apoya en un texto revelado.
El primero es el del tradicionalismo – Los judíos del relato ciertamente tienen razón de apegarse a la tradición de la ley pero hacen mal al encerrarla en un sistema que no deja ya ningún espacio a las aperturas que ella misma contiene y al Dios vivo que renueva incesantemente las lecturas que el hombre hace de las Sagradas Escrituras.
El segundo es la preocupación de poner en práctica los preceptos de la iglesia – Para apreciar la calidad de un comportamiento, juzgan según la observancia o la trasgresión de una ley cuyo sentido han fijado en una práctica concreta que no tolera ninguna excepción. Considerándose fiel a estos mandamientos, el practicante corre el riesgo de juzgar la conducta de los demás por la regla de su estrecha perspectiva.
 

¿Este es el Cristo?

Esta pregunta suscitada en tres ocasiones (vs. 26, 31, 34) procede de la gente que, sin embargo, choca con un obstáculo: el origen galileo de Jesús.

“Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado un profeta.” (Juan 7:52)

El profeta Jonás ben Amitai es natural de Galilea, ciudad ubicada a 5 km al norte de Nazaret (2 Reyes 14:25). Esta indicación iría en contra de la afirmación de los fariseos. Entonces ¿por qué dicen esto?
¿Se trata de un profeta o del profeta semejante a Moisés? Es difícil decidir. En v. 40 habla de “el profeta” pero en v. 52 solo menciona “profeta”. Cabe señalar que no todos los manuscritos añaden el artículo.
 

Calificativos para Jesús

En este capítulo hay una serie de calificativos para Jesús.

  • v. 12 que era una buena persona,
  • v. 20 que era un loco que vivía fuera de la realidad,
  • v. 26 que era un valiente,
  • v. 40 que era un profeta,
  • v. 46 que tenía sabiduría y grandilocuencia.

Dado que las concepciones sobre Cristo abundaban, resultaba lógico que los habitantes de Jerusalén estuvieran confundidos. Algunos se preguntaban si quizás los mandatarios realmente se daban cuenta de que Jesús era el Cristo (v. 26), pero tenían una duda ya que conocían de dónde venía Jesús y se supone que nadie sabría de dónde vendría el Cristo (v. 27).
“Demonio tienes.” – Juan 7:20 –
Decir que los demonios eran echados fuera de alguien es decir que eran sanados de una enfermedad mental, o de una enfermedad que no era entendida en esa época. La gente que vivía en el primer siglo tendía a culpar de todo lo que no podían entender a seres imaginarios llamados “demonios”. Como la enfermedad mental era difícil de entender con el nivel de conocimiento médico que tenían, la gente se refería a aquellos afligidos como personas ‘poseídas por un demonio’.
En los días del Antiguo Testamento, un espíritu maligno o impuro era un lenguaje que se refería a un estado mental perturbado (Jueces. 9:23; 1 Samuel 16:14; 18:10). En los días del Nuevo Testamento, el lenguaje acerca de espíritus malignos y posesión de demonios había llegado a referirse a aquellos que sufrían una enfermedad mental. La asociación entre demonios y enfermedad se muestra en lo siguiente: “le llevaron muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios… para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías [en el Antiguo Testamento]: El mismo tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias” (Mateo 8:16,17). Así que las enfermedades y dolencias humanas son lo mismo que ser poseído por “demonios” y “espíritus malignos”.
La gente pensaba que Jesús estaba loco y decían que esto se debía a que él tenía un demonio: “Demonio tiene, y está fuera de sí” (Juan 10:20; 7:19,20; 8:52). Por lo tanto, creían que los demonios causaban la locura.
La presencia del Cristo genera tres cosas:

  • v. 13 dudas cerca de su personalidad. (En el texto dice que la multitud no apoyaba o rechazaba al Cristo por temor a los líderes religiosos.- en ciertos pasajes el término “judíos” debe entenderse como lideres religiosos).
  • v. 31 fe, por las cosas que decía y las señales que hacía.
  • v. 50 la reacción de Nicodemo de defender a Jesús.
La mayoría de jefes religiosos son hostiles a Jesús. Entre la multitud se perfilan varias actitudes sobre su persona. ? Escríbalas
v. 12
v. 31
v. 40
v. 41
v. 43
v. 46

“No juzguéis según las apariencias (1 Samuel 16:7), sino juzgad con justo juicio.” – Juan 7:24 –
Creían que Jesús quebrantaba el día de reposo, pero no tomaban en cuenta la obra de Dios (Juan 5:17), ni la misericordia de Dios (Mateo 12:7; 23:23). Jesús quebrantó la ley del día de reposo exactamente como los sacerdotes lo profanaban cada semana al ofrecer sacrificios (y no tenían culpa, Mateo 12:5), y al circuncidar en el día de reposo (y no tenían culpa). También Jesús quebrantaba el día de reposo como lo hacían los que desataban a sus animales para llevarlos a beber, o los sacaban del poco en el día de reposo (y no tenían culpa).
Al ver que los sacerdotes trabajaban cada sábado, si hubieran juzgado “según las apariencias”, habrían dicho que estaban pecando. De esa manera juzgaban “según las apariencias” a Jesús.
 

Punto de reflexión

Jesús da el mandamiento de “juzgad con justo juicio”. ¿Por qué dijo Jesús en Mateo 7:1, “No juzguéis, para que no seáis juzgados”? En este texto (Mateo 7:1) Jesús condena el juzgar con hipocresía (Mateo 7:3-5).

En el mismo capítulo (Mateo 7:15-20) Jesús requiere que se juzgue a los falsos maestros. También lo requiere en Juan 10:4, 5. Pablo (el Espíritu Santo) lo requiere en Romanos 16:17, 18. Juan lo requiere en 1 Juan. 4:1-3; 2 Juan 7-11.

Ríos de agua viva – Juan 7:37-39 –
La fiesta de los tabernáculos tenía un significado histórico. Las familias salían de sus casas y vivían en chozas. El propósito era que las generaciones sepan lo que había pasado con el pueblo de Israel en el desierto (Levítico 23:40-43). También, tenía un significado agrícola. Era una fiesta de acción de gracias por la cosecha. Una ceremonia especial relacionada con lo que dice Jesús (v. 37-39). Un sacerdote llevaba un vaso de agua del estanque de Siloé para ser derramada como una libación en el altar del Templo. Durante esta ceremonia la gente recitaba Isaías 12:3.

“Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación.”

Y cantaban los salmos 113 a 118. En este contexto resonó la voz de Jesús:

“Si alguien tiene sed, venga a mí y beba.” (Juan 7:37)

Esta agua que aplaca toda sed simbolizaba la palabra de Dios. Fue prometida por Jesús a la samaritana. Al invitarles a venir a él, Jesús se ofrece como fuente, como la roca en el desierto (Éxodo 17; Números 20; 1 Corintios 10:4).

“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva.” (Juan 7:38)

No se puede identificar de manera satisfactoria, sin embargo, conviene pensar en la Escritura en general en donde aparece la imagen de la fuente y a qué o a quién aplica:

  • Isaías 12:3 a Dios.
  • Zacarías 14:8 a Jerusalén.
  • Isaías 58:11 al hombre que practica la verdadera justicia según Dios.

Los judíos localizaban los pensamientos y las emociones en diferentes partes del cuerpo. El corazón era la sede de la inteligencia; los riñones y el vientre de las emociones íntimas.
 

Una división entre la gente

“Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: «Verdaderamente este es el profeta». Otros decían: «Este es el Cristo». Pero algunos decían: «¿De Galilea ha de venir el Cristo?” (Juan 7:40-41)

Este capítulo demuestra perfectamente el tema del evangelio anunciado al principio del libro de Juan:

“porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. (Juan 1:17)

El paralelismo que uno puede identificar entre Moisés y Jesús se evidencia en muchos versículos en Juan 7, por ejemplo vs. 4-6, 12, 16-25, 28-30, 34-41. Por medio de la práctica de las lecturas diarias del Antiguo Testamento llegamos a un entendimiento del significado de las experiencias de los diversos personajes del pueblo de Dios.
Ahora comprendemos porque unos dijeron: “este es el profeta” (Deuteronomio 18:15-18). Otros confesaron: “Este es el Cristo”. Ambos grupos tenían razón: el primero recordó las características del primer advenimiento de Jesús y el segundo lo relacionó con la esperanza futura de la segunda venida de Jesucristo en la gloria de Dios.
 

Desarrollo del estudio

  1. ¿Qué reacción provocó Jesús en los hombres de su época? (vs. 1, 7)
  2. Cada año todo varón judío había de subir a Jerusalén para las fiestas de la Pascua, del Pentecostés y de los Tabernáculos. Lea las siguientes referencias: Levítico 23:34-43; Deuteronomio 16:13). Apunte las instrucciones. (v. 2)
  3. ¿Por qué dijeron que Jesús extravía a la gente? (v. 12)
  4. ¿Cómo podemos saber si lo que Jesús dice es verdad y viene de Dios? (v. 17)
  5. De acuerdo con lo que dice Jesús en Juan 7:17 y 24, dé las razones que impiden a los judíos religiosos creer en Jesús.
  6. Escriba el testimonio de Jesús en cuanto a su origen. (vs. 28-29)
  7. Lea los vs. 31-32. ¿Qué desató la violenta reacción de los jefes religiosos?
  8. ¿Qué promete a los que se acercan a Él y creen en su nombre? (vs. 37-39)